miércoles, 29 de febrero de 2012

UN POEMA DE Enrique Cabezón



sentado en el banco
de un parque luminoso
esperando a unos amigos
que han cambiado de planes
y han quedado en otro lugar
en el banco mirando
la luz cegadora de las posibilidades
ignorante de la hora que pasarás solo
antes de cansarte de mirar los culos que pasan
de pensar en qué deberías hacer con tu vida
en qué hostias les habrá retrasado
tiempo
dejas el banco harto ya
buscas una cabina
y llamas a casa de alguno
su madre te dice que salió hace horas
como tú
miras a través del cristal
bombardeado de pintadas y pegatinas
piensas en echar a andar
quedan horas para que abran los bares
pero en ellos
en los mismos de siempre
los encontrarás
ahora nada
tiempo
vuelves al banco
tus ojos muelen las horas
esperando
miran
y esta vez ven

vuelves a desear

ENRIQUE CABEZÓN
BLOG DEL AUTOR: PEQUEÑA POSIBILIDAD DE HONESTIDAD

martes, 28 de febrero de 2012

NO HAY VUELTA ATRÁS. Ángel González González




—Deberíamos considerar, papá, que tal vez ahora sea el mejor momento para mantener esa vieja charla que tenemos pendiente desde hace una década o dos, seguramente algo más…, y sin que por ello podamos echarnos la culpa el uno al otro por no haber encontrado la ocasión propicia para ello durante el transcurso de todo este tiempo, no, qué va, centrémonos en el hecho de que ahora tú y yo somos un equipo perfecto, tú con tu caña y yo con la mía, en la orilla de este fértil lago ficticio que estamos viendo en la tele. Papá, el mundo de la virtualidad nos es grato; no es una real mierda tal y como tú creíste en un pasado no muy lejano. Este es un mundo fantástico, un paradisíaco y onírico paisaje en el salón de nuestra casa donde ahora pueden vivir tucanes, y también anacondas, y panteras, además de los consabidos cucos, jabalís verrugosos, ciervos, gamos, linces ibéricos, osos polares que nunca llegan a tener el hocico lleno de rojo porque, recordemos, nadie necesita aquí comerse a nadie. Estoy pensando en la palabra concordia pero no estoy seguro de que sea la palabra más adecuada para definir lo que trato de…, e incluso jirafas, cocodrilos del Nilo fuera del Nilo... Esos animales, el medio que nos rodea y nosotros mismos formamos parte de un todo colofonado por un lacito rojo como si de un regalo se tratase. Tomemos plena conciencia de todo esto que nos está ocurriendo en nuestro cómodo salón, y ahora es cuando te pido que cierres los ojos y tires tu caña, mejor dicho, que tires la línea al agua, dirige la plomada hacia el punto donde piensas que están los peces gordos, y que detrás de la plomada vaya la boya, todo al unísono, hasta que suene un “choc” envolvente a lo lejos, tensa la línea, hay una especie de pajita flotando enfrente de ti, y piensas que es la punta de la boya, pero no, no lo es, tu boya está a unos diez centímetros más a la izquierda, sí, ésa sí que es. Nota que pareciera que los dichosos mosquitos nos están comiendo…, y he aquí la maravilla, no sentimos ningún tipo de punción en las piernas, ni en un brazo, ni esos quisquillosos picotazos detrás del lóbulo de la oreja. Esto, papá, es un esfuerzo técnico para que nos sintamos a salvo de los peligros de ese espeluznante mundo que está ahí fuera y que nos hiere nada más poner un pie en él; ese mundo real sí que es una mierda, padre; nuestro microhábitat enfrente de la tele, no. Consideremos cómo lo que voy a pormenorizar ahora mismo nos ha ocurrido en infinidad de ocasiones, consideremos el hecho de que viajamos durante más de setecientos kilómetros para pescar el mejor ejemplar de salmón salvaje que existe en todo el país. Ahora nótese que estamos muy cansados al llegar a nuestro destino. Diríase que aplastados por el largo viaje, nos sentimos bastante densos, diezmados de no ser por ese nuestro ardor guerrero de cuando salimos de pesca. Subsiguientemente abordemos la difícil cuestión de si tú te has encargado de traer el cebo, o por el contrario la persona designada para este importante, quiero recalcar importante como si no existiese nada más en el mundo que mereciese tanto la pena, trabajito recaería completamente sobre este ente que soy yo. Luchemos por hacernos con el instante en que ambos percibimos, al unísono, la inmoralidad que los dos hemos acometido al desentendernos de la responsabilidad de traer el cebo. Sintamos cómo cada uno de nosotros percibe en su interior una especie de rabia lógica que significa básicamente que entre ambos la hemos vuelto a fastidiar de una forma tal que es imposible arreglarlo. Es domingo y las tiendas de cebo para salmones están todas cerradas. Luego, nos pondremos a hablar de que en China dicen que solamente tienen dos días no laborales en todo un año. Nos maravilla China y los chinos que la ocupan y su muralla china y todo lo que sea chino porque en China, nuestro problema, no lo sería tanto, seguro que en un radio de acción bastante pequeño hallaríamos nuestro preciado y tan necesario, ahora más que nunca, cebo. Nos pondremos subsidiariamente a charlar sobre esa cuestión resultando la misma plenamente inútil porque hemos vuelto de nuestro viaje asiático y estamos de regreso a la realidad que nos atañe. Domingo y sin cebo. Setecientos kilómetros. Mucho tiempo. Ahí tirado. Dale la vuelta al coche. Volvemos a casa. Lo de ahora mismo, este ambiente en casa, es mucho mejor que lo de antes, la prehistoria, el pleistoceno informático no daba lugar al placer en el que nos encontramos inmersos, en aquella era, justo al principio, estaban los Amstrad y esos horribles juegos de casete, me refiero al Boulder Das, el Batman, una indeterminada versión del Arkanoid que apenas recuerdo, e incluso al primigenio 1942, éste ya en disquete…Un breve apunte, mi significativo progenitor: si en este preciso instante le doy al botón que desconecta nuestro equipo de realidad virtual observarás cómo lo que te está pareciendo tan real, me refiero a eso que dices de que puedes notar como si el agua tocase tu cabeza, no es una sensación perceptiva por vía virtual, si desconectase nuestra atadura a ese otro maravilloso mundo ficticio a través del citado botón tendría que reseñarte, al respecto del tema que tratamos con los albañiles cuando les comentamos la historia de nuestra ya familiar y terca gotera de siempre, que al parecer los operarios no hicieron bien su trabajo. No te importe ahora. Todo a su tiempo. Lo resolveré con esos tipos. Interpondré algún tipo de demanda judicial si no desean hacerse cargo. Que nada turbe Esta Paz. Utilizaremos tu viejo paraguas, y mientras, esperaremos a que inventen paraguas más modernos y versátiles. Los tiempos han cambiado, recuerda, nada de que antes era más guay, AHORA, así con mayúsculas, somos una interfaz gracias a estos maravillosos tiempos futuros del código binario, y nos estamos complementando gracias a ciertos artilugios como éste. Puede parecer un cacharro un tanto tosco. Si coges dos patatas, las unes mediante un tubo hueco de cartón como el del papel del váter, las embadurnas con fibra de vidrio o algún material parecido, luego las pintas y las pules para que adquieran el acabado que siempre exigimos a nuestros fetiches tecnológicos, puede parecer que has conseguido imitar al XZ-Virtual21. Y entonces, al intentar pulsar algún tipo de rudimentario botón del tosco invento tendrás plena conciencia de que lo importante, lo que hace valioso el equipo, lo que le diferencia de unas simples patatas ensambladas y posteriormente lacadas en negro pulimentado e hiperbrillante es sólo lo que lleva dentro: el tratamiento que recibe la información mediante cables y circuitos.

El milagro. Cómo suena, ¿verdad? Ten fe, pronto picarán y entonces las comisuras de tus labios tocarán los lóbulos de tus orejas. Estoy siendo quizás demasiado ingenuo porque bien creo que lo que te hará excelsamente feliz será el momento en que sientas las espectaculares vibraciones del mando. Desearía que estuvieses preparado para ese cosquilleo pero seguramente seas incapaz de disfrutarlo como yo espero porque no paras de hablar de lo de que tu infancia se desenvolvía entre las pelotas de trapos atados y aquellas batallas campales entre enanos vestidos con pantalón corto y con las rodillas desolladas. No sé. No llego a imaginar en qué parte estás ahora mismo; si estás en estos tiempos tecnológicos o estás anclado en tu pasado pregoogleniano. Me viene a la memoria el recuerdo de esas fotos tuyas amarillentas y raídas. Tus orejas en esas fotos parecen más que grandes. Este pensamiento siempre me ha abordado durante la mayoría de las ocasiones en que me has enseñado las fotos de cuando eras un crío, jamás he tenido la osadía de decírtelo porque no me gusta herirte gratuitamente. Ahora tus pabellones auditivos parecen haber mermado sustancialmente. Parece mentira. Los científicos deberían estudiarían concienzudamente tu caso. Cómo ha sido posible ese prodigio, y ya de paso me gustaría que estudiasen por qué demonios te ha cogido por los huevos esa puta enfermedad que se ha llevado tu memoria a no sé dónde. Te echo de menos constantemente, me paso las horas mirándote e intentando que comprendas que soy tu hijo, tu único hijo, y que alguna vez fuiste la persona que supo encaminar mi vida e inculcarme estos valores que ahora tengo. ¡Es injusto, papá! ¡Puta mierda, puta mierda, joder! Lo siento mucho, es un vocabulario impropio, a veces me ocurre, te miro y me siento bastante cabreado con el mundo. Solo pido poder disimular las enormes ganas de llorar que ahora tengo. Tú siempre dijiste que había que ser fuertes y tener la vista fijada en el presente que se te viene encima, mira, te están picando, ahora es cuando vas a sentir la fantástica vibración del mando de la videoconsola. ¿No es genial? No, no lo es, no es nada genial, apenas eres capaz de sostener el mando, de hecho se te acaba de caer al suelo, es igual, si se ha roto lo tiraremos a la basura y compraremos otro nuevo. Es una injusticia… Comprar otro. Sustituir uno inservible por otro nuevo sin apenas sentir ninguna clase de ahogo. Estos son los tiempos modernos. Con estos parámetros estamos construyendo este nuevo mundo del cual soy un firme defensor a ultranza. Si algo ya no vale, si consideras una amistad efímera y superficial del facebook como caduca, si te levantas una mañana y ves que algún dispositivo te parece un poco arcaico, te deshaces de ello y ya está… No está, no está, no está…Yo te quiero, ¿nunca te dije lo que te quería? Seguro que alguna vez tuve que haber dicho algo parecido, en alguna ocasión se me escaparía que te quería un montón y que en todo el cosmos no había un padre tan fuerte y tan bueno como tú. Nunca he olvidado una escena en la que me despertaba de la siesta y me tenías rodeado con tus enormes brazos musculosos. Me sentí el niño más afortunado del mundo. Estábamos tú y yo, no había más, nada más que tuviera precio o que se quedase obsoleto al menor descuido. Pero eso ya da exactamente igual. Esto es lo que tenemos, toma coge mi mando, siéntate en mis rodillas y yo te ayudaré a accionar los pulsadores en el momento oportuno, ya verás lo bien que lo pasamos, es lo mínimo que puedo hacer por ti. Ahora seré yo quien te lleve de la mano por nuestros nuevos tiempos de ahora mismo donde no cabe una vuelta atrás. ¿Nunca te dije cuánto te quería? No puede ser verdad.

ÁNGEL GONZÁLEZ GONZÁLEZ 
BLOG DEL AUTOR: http://angelgonzalezgonzalezpoeta.blogspot.com/

lunes, 27 de febrero de 2012

LA POLLA DE R. Alfonso Xen Rabanal


 
uno puede estar hasta la polla de ciertas y manidas (a dos manos) cuestiones...
y de eso va el tema de los cojones... de la polla...

recuerdo que con catorce años organizaba en queli unas sesiones de películas porno todos los domingos... durante la semana tenía mis redes que se ganaban a pulso un chivas de los que pasaba mi padre por debajo de la cinta de la aduana en algeciras, un fly, esas natillas de mi madre que entraban de lujo después de un porro... el resultado es que la mejor colección de películas x de león estaba en mi casa... no veas cómo choraba películas f con su plumas de tres capas de equis.

de aquellas no existían supermercados, y la compra de papel higiénico la realizaba en una droguería... todos nos conocíamos en el barrio y un día, al comprar papel, oí comentar al droguero algo sobre lo bien que se comía en mi casa... debíamos ser los mejores clientes de papel pal bul.

cada cual se buscaba la vida como podía... tocar una teta era un milagro que implicaba la excomunión... los sms eran palabras que morían en el tartamudeo propio de la lejanía del cerebro en la polla con la boca...  los pocos que lograban meter un dedo ahora tienen la nariz tan fina que se dan de ostias en guijuelo por su olfato... pero los demás nos buscábamos todo tipo de artilugios caseros para simular, había que echarle imaginación... no sé, recuerdo uno que adaptó una caja de galletas maría pal evento... un precursor del abdominator ese... las leyendas de las alas de una mosca... frutas... almohadas... los sados, los guarros... una vez hicimos una colecta pa pillar una muñeca hinchable que anunciaba una triple equis, pero no nos pusimos de acuerdo en quién la iba a estrenar y nos gastamos el dinero en mistela en una bodeguilla... odio los ciegos de mistela... con internet hemos ganado en porno gratis y solitario... pero sigo prefiriendo la pera mordida del lib a la manzana del jobs corporeision.

todo servía pa comentar la jugada en el previo de las películas, con un baileys casero y unos porros uñeros... cuando todos estábamos colocados y situados, a un movimiento del mando con cable del video, nos poníamos de pie y nos bajábamos pantalones y gallumbos... joder el día que estábamos en casa de un colega y llegó su hermana mayor con su novio del opus y nos pillo presentando armas... y nos apalacábamos a una distancia prudencial unos de otros por si el gotelé... y hacíamos acopio del papel higiénico que estaba sobre la mesilla.

renegábamos de las historias, lo que ahora añoramos, tardaban demasiado en llegar al asunto y no estábamos para florituras estilísticas... aunque las fotonovelas porno nos hacían soñar con coches y playas y una tía siempre dispuesta a chupárnosla... recuerdo el estribillo de una peli de dibujos que acabamos cantando todos a una cuando el periscopio de nuestra polla divisaba un objetivo apto para cascárnosla: por delante, por detrás, por la boca, por las tetas... y felices en la comunión de los pajeadores, nos emborrachábamos por ese barrio húmedo que todavía era zona peligrosa para la gente que diseña el exterminio de este pueblo.

cada uno tenía sus gustos y era ley democrática repetir ciertas escenas... las querencias futuras estaban latentes, palpitantes en nuestras manos... recuerdo uno que iba de machote y cachitas que insistió en ver esa escena donde dos tíos se daban por ver cómo era el tema... ya ves, años después siguió con la curiosidad aunque está casado y tiene hijos... a mí me molaba lo que menos había y es que antes era un extra y pocas actrices se dejaban dar por el culo... yo estaba fascinado por ver cómo se agarraban de los labios y los separaban para que no le quedase ninguna duda al pajero mirón de que la estaban reventando el culo... una escena que repetimos mil veces fue la de una tía en una mesa de billar que se abría el coño y la bola, la negra 8, cómo no, desaparecía en él... si la dejan se traga también el palo y la tiza y hasta el apuntador... joder...

y allí estábamos todos con la polla tiesa, dispuestos a cascárnosla las veces que hiciese falta, sin que nadie se amedrentarse por el tamaño ni tonterías, pues todos estábamos igual de dotados y, sinceramente, en las pelis porno de aquellos tiempos (salva sean las excepciones), ni el tamaño difería mucho del nuestro ni las corridas eran más copiosas que las nuestras.

todos excepto mi buen amigo r que arrastró un trauma que le impidió follar hasta bien entrados los treinta.

r se metía siempre debajo de una mesa camilla y de él sólo asomaba la nariz y esos ojos de pillo vicioso que aún tiene... y allí bregaba en silencio y seguía bregando cuando los demás hacía tiempo que habíamos agotado las reservas... todos sabíamos que R tenía un problema, especulábamos mucho sobre ello, pero era un colega y nadie se iba del mirlo.

hace unos años... con veintimuchos, totalmente mamaos, una tía le recriminó que quién era él para andar de escogido, que los tíos teníamos que pensar en qué ofrecíamos... que se mirase al espejo: medio calvo, feo... entonces fue la primera vez que le oí decir a una tía: "acompáñame al servicio"... al regresar supimos por la cara de ella que, efectivamente, tenía una polla de treinta centímetros.

y no folló hasta pasados los treinta... pues arrastró el trauma de los treinta desde la adolescencia, se sentía monstruoso... y en esos tiempos, las tías sólo buscaban en esta ciudad casarse con un pijo del aero club y salir a buscar el pijo que las follase fuera de león... eso sí... todas aquí católicamente castas y ahora civilmente divorciadas.

los demás fuimos aprendiendo a trozos, conociendo y reconociendo cada parte del cuerpo de una mujer, la gran mayoría de las veces por separado, es decir: un día aprendías todo lo que había que saber sobre un muslo con hostia al llegar a las bragas... otro día sobre una teta (la derecha)... y aprendimos a dibujar con nuestros dedos los perfiles de los coños sobre los pantalones, más tarde bragas marianas de las que absorbían todo tipo de humedades... hasta que, al llegar a meterla, estábamos tan duchos en el cuerpo femenino que aprendimos que lo más importante no era precisamente eso... y quizá, algunos todavía añoramos las pajas mutuas en los parques y portales, ese mordisco en los labios cuando tu dedo se iba a tantearle el agujero del culo, después de ser rechazado en el coño... buscando profundizar en la relación.

joder qué poco follamos.

pero lo intentábamos.

r nunca necesitó ese aprendizaje... ha recuperado el tiempo con creces sin menguantes... pero no le cambio nada.

creo que si pillamos de aquella una generación de libertad sexual como la de ahora estaríamos mucho más sanos de todo (empezando por el hígado)... pero bueno... tenía su encanto.

el que no se consuela es por que no quiere... ya.

de todas formas, a los cuarenta, las tías con las que más me relaciono son hijas de las que se casaron pronto y ahora compiten con sus vástagas en cada centímetro de lo poco que nos queda.

ya ves... gran invento la levitra.

a lo que voy: que estoy hasta los cojones de esa moda norteamericana de meapilas que me inunda los correos todos los putos días prometiendo el oro de una great dick enlarge your penis hierbas pa que crezca la polla etc., etc. (...)

primero hay que ver dónde meterla
después saber meterla...

... haber sufrido en la conquista de un territorio...

saber bailar como un orangután que se pajea...

Watcha! xenvinalia
become a tireless lover with your new big and hard cock

antes, el spam en papel servía, al menos, pa limpiarse el culo y si llevaba alguna lágrima o gota de perfume eso ganabas...  ya que todo el papel higiénico se iba en pajas

ALFONSO XEN RABANAL
...

domingo, 26 de febrero de 2012

ANTES Y DESPUÉS DE GOOGLE: RENACIMIENTO Y REEMPLAZAMIENTO. Naief Yehya


I

13 años es mucho menos que un parpadeo en la historia del homo sapiens y sin embargo parecería que nos hemos reinventado como especie en el breve período que comienza el 4 de septiembre de 1998, la fecha en que la empresa Google fue creada por Larry Page and Sergey Brin. Podemos imaginar que a partir de entonces vivimos un renacimiento cultural googleiano, un período de iluminación y enriquecimiento cultural puesto en marcha por el amplio acceso a la información y el conocimiento. No es un disparate predecir un mundo en donde nunca más estaremos en duda al respecto de datos históricos, nombres de héroes, fechas de conquistas ni resultados deportivos, es creíble que estamos viviendo un tiempo de certeza y democratización informativa. Dividamos entonces nuestro tiempo en la tierra como: Antes de Google, A.G. y Después de Google, D.G.
En la infancia de la red, durante la década de los 70, los sistemas de ordenamiento y consulta de bases de datos en línea dependían de que el usuario supiera donde estaba lo que necesitaba. En la década de los 80 aparecen las primeras herramientas de búsqueda, las cuales resultaban extremadamente rudimentarias y sencillas, pero eran un avance gigantesco con respecto a navegar con los ojos cerrados. Hasta la aparición del servicio Gopher en 1990 internet podía ser imaginado como una gigantesca biblioteca donde todos los libros estuvieran tirados en una enorme montaña y en la que los visitantes necesitaban escarbar y revisar título por título, página por página para encontrar lo que buscaban. Gopher ofrecía por primera vez la posibilidad de buscar sin tener la menor idea de donde estaba lo que se buscaba. Gopher no evolucionó pero aparecieron otros “motores de búsqueda” mucho más avanzados que poco a poco fueron simplificando y acelerando el proceso de búsqueda. En 1993 todo cambió con la aparición del World Wide Web y el buscador Mosaic. La red comenzó a adquirir coherencia y poco a poco pasó a convertirse en una legítima herramienta de uso general, en un poderoso recurso de investigación, referencia e información. Cuatro años más tarde la ecología de la red había engendrado varios buscadores bastante competentes y competitivos entre sí como Yahoo!, Excite, Inktomi y Alta Vista entre otros.
Google parecía una iniciativa más, otra empresa que ofrecía “Organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil”, pero pronto comenzó a destacar de manera notable. No solamente diseñaron un interfaz austero, elegante y eficiente que contrastaba con las páginas saturadas de información inútil de otros servicios sino que además tenían una arma secreta que revolucionó la industria y pulverizó a la competencia: el PageRank, un sistema de algoritmos de análisis de vínculos que sirve para asignar un valor numérico a la relevancia de cada página o documento en el web en función de una serie de atributos, no únicamente la aparición de la palabra o palabras buscadas, sino también de la importancia relativa de la página en función del número de vínculos entrantes con que cuenta. Google aprovechó esta ventaja para diversificarse y ofrecer una variedad de servicio, desde el fundamental Google Maps hasta el controvertido Google Books, pasando por una docena de herramientas ingeniosa y útiles.
Hoy sin duda no hay gran diferencia entre la eficiencia de Google y sus más cercanos competidores como Bing o Yahoo, pero Google ha logrado insertarse en la Zeitgeist para convertirse en sinónimo de búsqueda (de ahí el neologismo internacional googlear), en estrategia para resolver toda clase de problemas y en oráculo fantástico con poderes casi místicos. Pero Google está más allá de ser eñ benefactor de la humanidad que ha organizado el conocimiento y nos ha regalado lo más semejante a un aleph borgiano portátil. La empresa que tiene el eslogan: "Don't be evil" (No seas malo) ha adquirido a cambio de sus generosos productos un poder enorme sobre nosotros, sobre la cultura y sobre la manera en que pensamos.

II

Nadie me pidió que escribiera una historia de los buscadores de la red, mi tarea era escribir sobre el mundo antes de Google, pero las herramientas a veces dirigen nuestro pensamiento y la facilidad de entrelazar la escritura con la búsqueda de información nos invita a dejarnos ir en el laberinto de la hiperinformación, en la fascinante exploración de las páginas vinculadas que vamos descubriendo azarosamente. Ahora bien, no es necesario un psicoanálisis para saber que cada día somos más Google-dependientes. Así que al pensar en el mundo A.G. tenemos que tomar en cuenta que el invento de Page y Brin creó un poderoso mapa del ciberespacio que no sólo nos presenta caminos (decenas o cientos de miles) sino que también nos conduce por las vías que va pavimentando (desde sus sugerencias y correcciones ortográficas hasta el posicionamiento de los anuncios), en fracciones de segundo.
Antes de Google investigar o documentarse implicaba salir de casa, visitar bibliotecas, inquirir, preguntar a especialistas, maestros y académicos, hoy equivale a teclear palabras y, como en una lotería, esperar que los primeros diez resultados contengan la respuesta mágica a nuestras dudas e inquietudes. De no funcionar, reformulamos la pregunta, rara vez recorremos las demás páginas de resultados. Aún estamos lejos de contar con un buscador eficiente que reconozca el lenguaje natural, por lo que en nuestras búsquedas no elaboramos en complejidad sino que reducimos y simplificamos, tratamos de pensar o dejar de pensar como la máquina. De manera semejante desmonta las páginas, identifica palabras sin reconocer ideas o emociones. Como escribe la académica y bibliotecaria Emily Walshe: un texto es “escaneado, deconstruido y remixeado en la nube computacional universal de Google”, cualquier documento se convierte así en migajas, en keywords y código.  Google es cualquier cosa menos un recurso neutro porque nos forma y nos manipula al descomponer los mensajes que nos interesan en unidades potencialmente comercializables, al identificar objetos y referenciarlos con marcas y artículos de consumo.
Seamos realistas, quizás ninguna otra herramienta nos simplifica tanto la vida a quienes nos dedicamos a escribir, a informar y a debatir como Google. Imaginemos tan sólo lo que sería un día sin Google para poner en perspectiva su utilidad. La mayoría de los recursos verdaderamente poderosos de la red como YouTube, Wikipedia, Facebook y Twitter no solamente nos informan y comunican sino que transforman la realidad de manera duradera, quizás definitiva, ya que lamentablemente no parece que se añadan a otros recursos existentes, y que han enriquecido nuestra vida por generaciones, sino que poco a poco amenazan con reemplazarlos, por convertirse en alternativas únicas en la era D.G. 

NAIEF YEYHA
BLOG DEL AUTOR: HOMO CYBORG

sábado, 25 de febrero de 2012

NO TE ANDES CON CHIQUITAS. Goio González


Pincha para ampliar

GOIO GONZÁLEZ

OPUS EPISTOLARIUM. José Manuel Vara


Correspondencia entre Vicente Muñoz Álvarez y Vara entre los años 1996 y 1999. 
 
 Intro
 
Eran tiempos duros. Tiempos de crisis y desesperación. Finales de los 90. Concretamente mediados del 96. Mi fábrica, donde llevaba seis años trabajando, estaba en proceso de autodestrucción. Algunos de los empleados eligieron el cáncer como vía de escape a la rabia de un mundo que parecía acabarse. Yo elegí crear un fanzine: Atrocity Exhibition. Me encantaba Joy Division por aquella época y uno de sus temas se llamaba así. No hubo más que pensar. Había nacido un nuevo fanzine.
 
LEER DOCUMENTO COMPLETO:
 
JOSÉ MANUEL VARA
BLOG DEL AUTOR: ATROCITY EXHIBITION
 

jueves, 23 de febrero de 2012

FUCK THE NINETIES.José Daniel Espejo

1- MY BLOODY VALENTINE – Loveless (1991)

 

Estamos en Murcia, a finales del 91. Acabo de cumplir dieciséis años y voy a repetir segundo de B.U.P. Me paso las mañanas en los billares de enfrente del instituto: nadie llama a mi madre si no voy a clase, nadie me impide salir del centro, no se pasa lista. Un paquete de Fortuna cuesta 105 pesetas (0,63€) en un estanco, y dos duros (0,06€) un cigarrillo suelto en un kiosco. Una cinta virgen TDK cuesta 125 pesetas (0,75€).

Siempre que hablo de mi adolescencia menciono las mismas cosas: los billares en que me pasaba las mañanas, el precio del tabaco, lo fácil que se compraba el alcohol y el hachís, que repetí segundo de B.U.P., los bares a los que iba… Nunca menciono mi perplejidad, mi desasosiego, mi miedo, mi soledad, mi complejo, mi inadaptación, mi frustración, mi incapacidad para hablar con las chicas.

Está bien que así sea. Uno tiende a olvidar las cosas malas que pasan, y también a pintarse más guapo, fuerte, feliz y valiente de lo que en realidad es. Hablo de las peleas en que me vi envuelto (en realidad nunca solté ni un solo puñetazo, aunque sí me llevé varios), no del vídeo de Sabrina que tenía grabado en una cinta para ponerlo por las noches, ni del hecho de que, a los catorce años, aún pensaba que era el único chaval del mundo que se masturbaba.

Así las cosas, me meto en Discos Tráfico en la navidad de 1991 a por un regalo para mi primo Ángel (una cinta de Queen). Opera una conjunción planetaria y ahí están los tres únicos murcianos que conocen a My Bloody Valentine, escuchando Loveless. Entro por la puerta y las guitarras me dan una bofetada. ¿Qué cojones es esto? No es heavy metal, no es punk, no es synthpop. No es la receta universal de seguridad en uno mismo, de fe en la propia rabia o en la propia felicidad o en la propia melena cardada que he escuchado hasta ahora. Las voces no mandan, están como detrás de algo. Los músicos se han olvidado de afinar. Me quedo un rato en la tienda observando a los tres veinteañeros con el pelo al cazo mover un poco la cabeza al ritmo de lo de When You Sleep. No están revestidos de ningún aura mística ni me producen el menor deseo de ser como ellos. Parecen pringados, perdedores. Aún así, decido no comprar aquí la cinta de Queen. Algo me lo impide.
 
2 – RADIOHEAD – Pablo Honey (1993)



Para pelo al cazo y pinta de perdedor, los de Thom Yorke a principios de los noventa, ¿que no? Pablo Honey es un disco mucho más pulcro y lisito que Loveless, claro está, y tiene sus guitarritas acústicas y sus estribillos y sus cosas, pero contiene Creep, y ya aquí estamos hablado de palabras mayores, de mística, de religión, de advenimiento si queréis. Estamos en la primavera de 1993, tengo diecisiete años, he repetido segundo de BUP y he entrado al grupo de teatro del instituto. De un modo u otro, mis amigos también le han visto la boca al lobo, y ya no pisamos los billares en horario lectivo. He ganado un premio municipal de poesía y me creo alguien imitando a Gerardo Diego. Me paso los días empalmado y melancólico, si tal mezcla es posible. Estoy enamorado hasta las trancas de una de mis compañeras de la compañía de teatro pero no tenemos escenas juntos: cuando ella suelta sus frases bajo el foco yo la miro por entre las bambalinas (sea esto lo que sea) y noto que se me desgarran el corazón y los calzoncillos al mismo tiempo. Por las noches cifro todo esto en lengua ultraísta, que como es la de Gerardo Diego me parece lo más, y a continuación me meto en la cama. Pongo la radio. Una de esas noches de mayo de 1993 escucho por primera vez en mi vida Creep y oh

¿Cómo te has enterado de lo que me pasa, Thom, so cabrón? El golpe eléctrico de la canción significa dos cosas: que te ha estallado el corazón y que te has corrido sin querer. Y sigues sin tener novia, claro, porque eres un bicho, un pringado, un muerto de asco, un creep, y ella flota como una pluma en un mundo maravilloso etcétera etcétera. Todo eso que en el fondo sabías ya lo sabes también en la superficie, ya tienes palabras. Un pasadizo hecho de distorsión te acaba de conectar con tu mundo interior, te guste o no, y obviamente no te gusta, pero ya no hay vuelta atrás. Puedes ir quitándote el disfraz de Jim Morrison o de Kurt Cobain, tú no eres so fucking special. Córtate mejor el pelo al cazo, como el pringado llorón y lleno de granos que eres en realidad. Y a Gerardo Diego déjalo tranquilo en su tumba, que como siga removiéndose se va a levantar, y ya verás qué susto cuando veamos un zombi ultraísta enamorado pasado de moda tratando de comerse nuestro cerebro y rimándolo todo en versos tetrasílabos. Dios.

3 – THE SMASHING PUMPKINS – Mellon Collie And The Infinite Sadness (1995)

 

Saltemos a la navidad (otra vez) de 1995. Estoy en segundo de carrera, soy un proyecto de filólogo y de poeta: he aprobado algunas asignaturas, he ganado algunos premios literarios menores, he tenido algunas novias. Pero sigo sin follar, sigo enamorado, sigo sintiéndome un bicho, sigo viviendo con mi madre y mi abuela, sigo anhelando el holocausto nuclear en el fondo. Acabo de cumplir veinte años y llevo una media melena ratonera y una camisa de cuadros con los botones abrochados, porque sigo sin saber si quiero parecer Kurt Cobain o Thom Yorke. Ahora que lo pienso, no tengo ni puta idea absolutamente de nada. He dejado de imitar a Gerardo Diego pero la he tomado con el pobre T.S. Eliot.

Entonces escucho Bullet With Butterfly Wings, ahí donde dicen Despite all my rage I am still just a rat in a cage, o sea, el estribillo. Con las guitarras a toda pastilla. Porque amigos, ya en serio, este instrumento nunca ha sonado mejor que aquí en la historia del rock, y probablemente nunca lo hará. Conectando el rollo depresivo de Billy Corgan con tu córtex, un semitono por debajo de lo habitual. Y tal.

Si la música pop es un lenguaje fundamentalmente adolescente cuyo tema principal es la inadaptación solitaria, cosa que suscribo en parte visto lo visto en los años noventa, entonces se plantean en un disco cuatro posibilidades, cuatro filosofías que resumiré brevemente en un esquema:

A.    EL MUNDO ES MARAVILLOSO Y YO SOY MARAVILLOSO (gracias a las drogas): Sin salirnos de los 90, podemos ejemplificar esto con Screamadelica, de Primal Scream.
B.     EL MUNDO ES MARAVILLOSO Y YO SOY UNA MIERDA: Ya hemos hablado de Radiohead
C.     EL MUNDO ES UNA MIERDA Y YO SOY MARAVILLOSO: Pues el rollo emo, ¿no?
D.    EL MUNDO ES UNA MIERDA Y YO OTRA: Tú te lo dices todo, Billy Corgan.


Y luego estaba la camiseta ésa de ZERO que nunca conseguí. Tampoco me rapé el pelo al ídem. Iba a clase en el turno vespertino y me quedaba despierto hasta las mil escribiendo poemas eliotianos llenos de meloncolía y de infinita tristeza. Pero creo que gracias a este disco me sentí un poco menos solo. Y seguramente por eso escuchan discos los adolescentes.

4 – PLACEBO – Without You I’m Nothing (1998)

 


No escucho este disco hasta bien entrado 1999. Me sale Pure Morning por la radio un día, y al siguiente estoy comprándole el CD a un proveedor de música pirata que iba por la cantina de la universidad con un catálogo y vendía a 500 pesetas (3,01€). En estos momentos las grabadoras de CD para el ordenador salen por 200.000 pesetas (1.202,02€) y bajando. Napster está a puntito de aparecer, pero el friqui informático que me vende el disco ya sabe que su negocio será efímero. Se venden unos extraños equipos hifi con grabadora, también, y el gadget que arrasa es el discman. En muy poquito tiempo, la gente está pasando de tener 50 cedés (originales) a tener 500 (copiados de diversas formas).

En esta época tengo varios trabajos y odio cada uno con una virulencia inédita. Con una virulencia billycorguiana, si queréis. Meto publicidad inútil en los buzones de un montón de pueblos de la Vega Baja: como soy nuevo siempre me tocan los pueblos más tristes, con más casas viejas y descampados (donde hay que caminar mucho más para deshacerte de los mismos folletos), y más cuestas. Conozco la parte vieja de Callosa de Segura como la palma de mi mano, subo hasta donde la policía no se atreve o no se molesta, saludo al patriarca para mostrarle mi respeto, sigo adelante cuesta arriba, estoy programado. Llevo mi viejo walkman forrado de fixo: escucho Los Planetas, Portishead, Los Coronas, Pixies, etcétera. Esta música me sirve para dos cosas contradictorias: la primera, para conservar cierta dignidad tipo sí, vale, estoy haciendo esta mierda pero en el fondo no soy un perdedor porque coño, soy indy. La segunda, para hacer esa mierda con precisión robótica, sin pensar ni detenerme. Soy una máquina de vapor con auriculares que empalma un Ducados con otro y se cree una persona.

También trabajo en un hotel como camarero de banquetes. Suelo llegar a estos trabajos sin haber dormido. En el hotel, el maitre coloca una botella de agua fresquita bien visible en la cocina, y a la media hora ya sabe quién viene de empalmar. A continuación se dedica a putear a esas personas durante catorce horas. Gano por esas jornadas de trabajo 10.000 pesetas (60,10€). Por tanto, me sale la hora a 714,28 pesetas (4,29€). En la propaganda es peor, unas 500 (3,01€) la hora. Ni en un sitio ni en otro tengo contrato.

Escucho Without You I’m Nothing y creo que la época de la rabia indiscriminada se está terminando para mí. Sigo enamorado y sigo sin follar, sigo viviendo con mi madre, pero se me han quitado las ganas de pegar gritos. Abandono a personas que me estaban haciendo daño, conozco a otras. Dejo a Eliot y empiezo a desarrollar estrategias para que no se me note que estoy imitando a todo el mundo, cosa que una década más tarde creo que equivale a la literatura verdadera. Edito un fanzine de poesía mientras acabo la carrera. Hago un máster de español para extranjeros. Publico mi primer libro y gano una plaza de lector en la universidad de Sarajevo.

No tengo espacio para echar mucha música en la maleta. Me llevo Without You I’m Nothing y lo escucho por las noches. Escucho Burger Queen y visualizo, entre accesos de nostalgia acelerada, un montón de fiestas con mis amigos. Escucho Pure Morning y veo a Nieves, la Dama del Lago, y la única noche que pasamos juntos. Se acerca la última nochevieja de la década y aún no tengo amigos en Bosnia ni apenas balbuceo su idioma. Además, aquí no hay navidad. Veo todas estas cosas desde el otro lado. Paso muchas horas metido en un cibercafé. Los sarajevitas modernos ya no usan Altavista, sino un nuevo buscador más bien blanquito y minimalista que adopto enseguida. Normalmente, el fin de la adolescencia (sea a la edad que sea), implica dejar de estar solo, es decir, dejar de sentirse solo. Dejar de llorar por tonterías. Romper el filtro oscuro con que nos arruinamos la vida. Reírse de uno mismo, aprender algo, cosas así. Placebo pasó de moda enseguida. En la Costa Este, unos tipos secuestraron cuatro aviones llenos de pasajeros y los hicieron estrellarse contra esa época feliz en que nos empeñábamos en ser desgraciados.

JOSÉ DANIEL ESPEJO
BLOG DEL AUTOR: TRABAJANDO CON EL VACÍO

ORGASMATRIX. Carlos Salcedo Odklas


Mierda. ¿Por qué es tan fácil liarse? Bueno, la verdad sea dicha, siempre he sido presa fácil del jolgorio, es cierto. No obstante últimamente lo llevaba bien, ligeramente, al menos entre semana, currándome una senda lenta pero firme hacia una vida más relajada y monótona, encaminada hacia la pureza, la meditación y, espero, la salvación. Pero desde que conocí a esa puta las cosas se han agravado. Llevaba dos días sin dormir y ni siquiera estábamos en fin de semana, o eso creo. Miré el móvil para corroborarlo. ¡Mierda! Lo que me temía, hoy es jueves, y se supone que he quedado para ensayar con un grupete de rock.
Menuda noche. Salí a tomarme unos cortos con ella y acabé como una puta cuba, los cortos dieron paso a las pintas, y estas a las copas, hablando y riendo despreocupado y gastando un dinero que no tengo, como en los viejos tiempos de los bancos boyantes y sus tarjetas de crédito infinito, y no te creas que bebí kalimotxo, de eso nada, Bénédictine con hielo joder, soy un pobre con clase. Luego me llevé a la periquita a mi zulo y le enseñé lo que una buena polla puede hacer con un cuerpazo como el suyo.
¡Que le den al grupete, a la piva y al mundo! Me largo al kelo de la vieja a desintoxicarme, esto no puede ser joder.
Una vez en la calle el sol se alzaba acusador sobre mi frente, acusándome frente al mundo. Caminé deprisa hacia la estación de autobuses. Tuve que esperar un poco al bus que me llevaba a casa de la vieja. Llegó y me acomodé en uno de los asientos, era un viaje corto, de poco más de media hora, pero me pareció mucho más debido a mi malestar. Me jodieron especialmente dos señoras sentadas delante, su puto cloqueo martilleaba mi resaca, ¡zorras! Quien pillara su pensión, me vendría de perlas en estos tiempos de crisis monetaria global y especialmente personal.
Finalmente llegué al pueblo, mi vieja no estaba en casa y no llegaría hasta la noche, por fin un remanso de paz. En casa de mi vieja había un gran lujo de la era moderna que ni de lejos podía permitirme en mi zulo del centro, el puto Internet. No tardé mucho en verme delante de la pantalla con los pantalones bajados y la polla en la mano. La oferta era abrumadora: Pornotube, orgasmatrix, pornhub, xvideos, redtube, series-hentai.net, x-art, freeones... Todo lo que un degenerado como yo puede desear.
Soy un hombre de gustos sencillos, la primera fue fácil, empecé a frotármela con un video de una pareja follando, lo elegí porque la zorra en cuestión era una morenaza tatuada y eso me pone. No había nada que no hayamos visto infinidad de veces. Empezó chupándosela, succionando a distintas velocidades, mirando orgullosa la cara de placer que provocaba el buen hacer de su lengua en el, sacándosela de vez en cuando para coger aire y admirando el gran cetro que poco después estaría golpeando su coño. Primero misionero, luego perrito, nada extravagante, avancé un poco con el cursor y me corrí junto a los actores. Tras descargar fui a comer algo. La nevera de mamá nada tenía que ver con la mía, hasta la luz de su interior era más brillante. Me hice un sándwich y bebí leche en abundancia (espero que lo de beber leche después de ver porno no sea algo chungo desde un punto de vista psicológico). Cuando me quise dar cuenta estaba nuevamente frente a la pantalla, navegando desde el sofá por un ilimitado mundo de grabaciones guarras, había un buen puñado de orientales por ahí. Tenían una forma de gemir muy especial, como ratoncillos, elegí a una aniñada  y me puse a darle al manubrio “venga puta, cómetelo todo, así, así joder, uggññ...” Volví a derramarme amparado en las delicias del sol naciente. La tercera ya me costó más. Busqué algo más hardcore. La verdad es que dabas con cosas alucinantes. El rollo sado nunca me ha ido, pero di con un video de lo que parecía una fiesta en un garito en el que una piva se dejaba hacer de todo con los clientes, se la follaba uno mientras todos los demás presentes aplaudían y gritaban. De repente entre la masa salía uno que no podía aguantar más siendo un mero espectador y le metía la polla en la boca, la chica encantada, se corría en su boca mientras el otro seguía follándosela, luego aparecía una chica entre la masa que le tiraba a la otra una copa a la cara y luego le daba de bofetadas y empezaba a insultarla, la chica gemía con más fuerza y parecía correrse, luego se la follaban otros, a las chicas de allí las molaba insultarla y pegarla, a los tíos follársela, al final del video la chica posaba sonriente cubierta de esperma mientras todos aplaudían y la ovacionaban. No pude correrme con este video ya que lo que veía me estaba dejando demasiado alucinado como para centrarme en mi tarea. Pasé a otro de un viejo tirándose a una niña, el tío podría ser mi abuelo y la chica estaba mejor y más lozana que la mayoría de chicas con las que me había liado, el viejo la insultaba y metía toda su vieja polla salvajemente en la boca de ella, la chica se atragantaba pero el viejo no daba su brazo a torcer y la metía más profundamente en su garganta, no parecía que la niña se estuviese divirtiendo, no obstante en un momento en que el viejo sacó su polla y la dejó respirar ella sonrió abiertamente y se abalanzó sobre el para volver a sentir su vejez entre los labios, ¿exigencias del guión? No lo parecía. Aunque se supone que ese rollo no me mola para mi sorpresa me corrí violentamente. Sí, vale, soy un puto degenerado, pero el mundo está lleno de ellos, el video tenía miles de visitas, por no hablar de sus protagonistas y el personal de rodaje. La verdad es que viendo estas cosas se te vienen a la mente multitud de pensamientos acerca de la condición humana, de lo degenerados que somos, todos los tíos son unos guarros y las tías unas putas, es vergonzoso, toda esta gente camina a tu lado en las calles, se sientan junto a ti en el autobús, te venden el pan por las mañanas y te multan por exceso de velocidad, todos fingimos ser normales, gente sencilla, y bajo esa máscara se oculta el placer de ser meado por una rubia, el ansia de penetrar a una de trece, las ganas de saborear semen negro o la excitación de ver cómo un joven se folla a tu mujer, este es el mundo que habitamos, este y no otro. Sobretodo lo piensas después de correrte, culpabilidad post-orgasmo. Estaba agotado.
Puto Internet de los cojones, ¿dónde quedó el romanticismo de la masturbación?
Recuerdo la era pre-internet, por aquel entonces utilizaba mi imaginación, pensaba en chicas que me gustaban, las típicas chicas de clase que pasaban de tu culo y babeaban mirando a los chicos de cursos más avanzados, cerraba los ojos y me la meneaba imaginando que las penetraba dulcemente, nunca me masturbé pensando en viejos follando a niñas ni en orgías multitudinarias. Internet había abierto la puerta de la depravación haciéndola moneda corriente y accesible, eso creo que es bueno ya que personalmente admiro la verdad, aunque sea sucia, aunque duela, pero antes no era así. ¿Que me dices de aquellas míticas revistas porno de los 80? Chicas neumáticas de coños peludos y pelos cardados. Fotos fijas de pollas marrones en bocas sobradas de pintalabios rojo pasión. Mi historia es igual que la de muchos de mi generación. Benditos momentos en que alguien de la pandilla se hacía quién sabe cómo con una revista guarra que rulaba de mano en mano como un secreto tesoro. Páginas arrugadas y amarillentas, otras arrancadas. Extrañas manchas.
Eramos cuatro en la pandilla. Una vez estábamos jugando en una charca que había detrás de mí casa. Ahora hay un centro comercial allí, pero en aquel entonces era una apestosa charca donde íbamos a cazar ranas. Encontrábamos jeringuillas llenas de sangre que cogíamos con palos y quemábamos. Pasábamos la tarde deambulando entre la basura. Una vez merodeando por allí encontramos el tesoro absoluto, una bolsa llena de revistas porno. Fue la revolución. La encontró Rober.
-¡Hey, mirad, mirad!
-¿Qué es eso, que hay dentro?
-¡Revistas guarras!
-No puede ser.
-Sí, mira, mira.
Nos acercamos como buitres. Conseguí ver una mujer con el culo en pompa esperando ser penetrada por detrás, sonreía maliciosamente.
-¡Dios! A ver, a ver.
La primera reacción de Rober fue salir corriendo con el botín, corría como alma que lleva el diablo, el cabrón sabía perfectamente el gran valor de todo aquello. Le perseguimos y conseguimos derribarlo.
-¡Trae aquí!
-No, son mías, yo las encontré.
-¡Suéltalas cabrón!
En el forcejeo algunas revistas salieron despedidas, se arrancaron páginas víctimas del frenesí. Yo me abalancé en plancha sobre una en la que salía una enorme negra abierta de piernas.
-¡Soltadme, soltadme!
-Déjanos verlas Rober cabrón.
-Son mías, ¡MÍAS!
-Somos tres, podemos contigo, suéltalas por las buenas o será peor para ti.
-¡SON MÍAS!
Jamás vi a Rober tan aferrado a algo, tuvimos que patearle la cara y separarle las manos entre los tres, el jadeaba y lloraba, pero nada tenía que hacer, estaba en clara desventaja numérica. Finalmente conseguimos reducirlo. El vicio nos cegaba y continuamos forcejeando entre nosotros hasta la extenuación. Por fin acabamos los cuatro jadeando en el suelo, cada uno con una parte del botín. Ya más calmados empezamos cada uno a inspeccionar lo que teníamos entre manos.
-¡Mira, mira!
-¡Qué asco!
-¡Hala!
-Mira que pito.
-¡Dios, es enorme!
-No puede ser verdad.
-Qué guarros.
-Ésta se parece a tu madre.
David se sacó la polla y empezó a meneársela, las pajas en grupo eran algo habitual, otra bella costumbre que se ha perdido. Yo miraba fascinado las páginas, eran mujeres enormes, de enormes pechos y culos enormes, sus melenas eran como de leones, eran animales salvajes capaces de despedazarnos a todos con sus enormes uñas pintadas de rojo, nunca habíamos visto mujeres así, y se metían gigantescas pollas por el coño, el culo y la boca, algunas incluso se atrevían con dos a la vez, inaudito, eran diosas.
Yo también desenfundé, estaba empalmadísimo, pero mi polla parecía ridícula comparada con las de las revistas, era incluso mas pequeña que los dedos de los hombres que penetraban a aquellas diosas y bastante menos peluda. Antes de darnos cuenta estábamos los cuatro masturbándonos bajo el sol, tumbados en el suelo, sin apartar la vista de las páginas. Ninguno se corría aún, únicamente la intensidad de los gritos delataba los orgasmos. Íbamos a quedarnos ciegos. Se nos caería el pito a cachos. Nos iba a castigar Dios. Iríamos al infierno. Pero a pesar de ello frotamos y frotamos hasta el final. Hasta el final de todo. Luego la paz. Luego el remordimiento. Y lo evidente.
-¿Qué hacemos con ellas?
-Yo no puedo llevármelas a casa.
-Yo tampoco.
-Pero no podemos dejarlas aquí.
-Hay que pensar algo.
Acabamos por esconderlas entre unos matorrales sin fiarnos de que volvieran a estar allí al día siguiente, yo por mi parte arranqué un par de páginas para llevarlas siempre conmigo no sea que desapareciese el botín para siempre. Pero para sorpresa de todos el escondite resultó eficaz y aquellas revistas, cada vez más manoseadas, nos reportaron infinidad de irrepetibles momentos.
Todo aquello tenía un aura mística, casi religiosa, con el valor añadido de lo prohibido y la dificultad. Quizás la mayor revolución de Internet ha venido en el campo del sexo, a la edad en que a mí me sorprendía ver un coño peludo, por lo extraño y novedoso, los niños actuales ya han saboreado todo tipo de perversiones, interraciales, orgías, mujeres de todos los tamaños, edades y colores, pollas de todos los tamaños, edades y colores, sexo con animales, lesbianas...Si será mejor o peor no seré yo quien lo juzgue, evidentemente veo más romántica mi época, pero eso es algo normal, se tiende a adornar la infancia y descalificar la época actual.
Con la revolución de Internet también se ha abierto una gran oportunidad a los creadores desconocidos que pueden lanzar al mundo sus obras de manera más sencilla y asequible para todo tipo de gente que tenga la suerte o desgracia de dar con ellos, eso es bueno para esos seres oscuros y marginales, ¿de qué otra forma sería leído un personaje como yo de no ser por los blogs? Y si bien al subir mis historias al ciberespacio no recibo ningún bien monetario sí me ha reportado otros suculentos beneficios. Como es natural mis primeros pensamientos al crear mi blog de relatos sucios eran “ojalá algún importante editor me descubra y me forre”, algo que aún no ha pasado y seguramente no ocurra nunca, pero también pensé “ojalá alguna niñita buenorra lea mi mierda y,  fascinada por mi prosa, sueñe con follarme salvajemente”. Pues bien querido amigo, resulta que este deseo sí se cumplió, y además mucho antes de lo que nunca hubiese soñado, sólo por eso debería estar agradecido a la red de redes, y lo estoy. También me ha puesto en contacto con creadores a los que respeto y admiro enriqueciendo mi vida y poniendome en contacto con obras y autores. Información. Esta es la palabra más repetida al hablar de la red, luego, como con toda arma, su uso y abuso ya depende de las manos que la manejen.
Pero sin duda la historia más alucinante relacionada con Internet es la que voy a relataros a continuación. Primero debo decir que es una historia muy dura y extraña, sin duda sera lo más bizarro que nunca hayáis leído, pero os aseguro que es totalmente cierta, nunca me he atrevido a contársela a nadie, ni por supuesto a ponerla por escrito, pero tengo la sensación de que este es el momento adecuado, sin duda me traerá problemas escribir esto, problemas personales y familiares, también  cambiará el concepto que muchas personas tienen sobre mí, pero, al fin y al cabo...¡A la mierda! Voy a contárosla, espero que no me juzguéis demasiado severamente.
Bien, todo comenzó un día de otoño aparentemente normal, yo estaba sentado en un parque de mi barrio, pasando el tiempo, meditando sobre las razones de mi miseria cotidiana y si habría alguna forma de que todo fuera ligeramente mejor. Me encendí un cigarro y mientras exhalaba el humo lo ví, al principio no pensé que fuera posible, iba en contra de todo lo que yo pensaba que era la normalidad, pero allí estaba, os aseguro que es verdad, allí estaba, era......


HA SUPERADO USTED EL LÍMITE DE 2400 PALABRAS DEL FANZINE BORRASKA, SI DESEA CONTINUAR LEYENDO ESTA HISTORIA DEBERA ESPERAR UN MES O CREARSE UNA CUENTA PREMIUM. OBTENGA INFORMACIÓN DE LA CUENTA PREMIUM QUE MÁS SE ADAPTE A SUS NECESIDADES EN http://odklas.blogspot.com

CARLOS SALCEDO ODKLAS