LA REVOLUCIÓN. Un reportaje de David Suárez 'Suarón'+AMIGOS PARA SIEMPRE (Poema)

 La vida ha cambiado mucho en estos años gracias a la revolución tecnológica y a Internet. He aquí una serie de cosas, antes imprescindibles, que ahora vamos olvidando o dejando de lado poco a poco:

1.Una enciclopedia: Para saber de qué iba el tema no nos quedaba otro remedio que buscar entre las páginas de una enciclopedia propia o acudir a una biblioteca. Había toda una legión de vendedores dispuestos a ofrecerte una en el momento más inoportuno. Si buscabas trabajo siempre quedaba un puesto vacante de vendedor .

 

2.Una cabina telefónica: Para hacer esas llamadas urgentes, íntimas o cuando el teléfono de casa estaba ocupado. Con suerte encontrabas la cabina vacía, si no tenías que esperar. A veces había cola y te ibas a buscar otra, cagándote en todo, tras más de 15 minutos de espera.

  3.Postales, sellos, sobres: Internet supone prácticamente la desaparición de las cartas y postales escritas a mano para estar en contacto. Era conveniente escribir un borrador antes y luego pasarlo a limpio para evitar los engorrosos tachones. En ocasiones llegaba una postal desde la costa del tipo “Estoy muy bien aquí, pasándolo bien. Cuando vuelva tenemos que hablar. Tenemos que replantearnos nuestra relación. Algo ha cambiado durante estos días en que…” y te dejaba el alma en vilo durante un tiempo. Ah, y no olvidar la tarifa vigente no sea que tus sellos no valiesen ya.

4.Periódicos en papel. Boletines informativos horarios de la radio:

Hace poco para enterarte de las noticias de los diarios, o lo que echaban por la tele o en el cine tenías que comprar un periódico o ir a un bar, a una biblioteca o a un centro social a leerlo. Para tener información actualizada era preciso esperar al boletín informativo de la radio o al “parte”. Ahora van actualizando las noticias continuamente en Internet.

 

5.Emisoras de radioaficionado: Algun@s tenían una en casa. Eran el antepasado de las redes sociales, los chats o el messenger. Con ellas te comunicabas con otra gente que también la tenía. Si tenías suerte se podía entablar una conversación con alguien del extranjero y practicar algo de idiomas.

6.Libros, diccionarios, guías especializadas: Un libro de cocina, una guía de viajes, una agenda,  un mapa, un listín telefónico,   un diccionario, una revista especializada… no podían faltar. Hoy en día, a través de la red, se pueden hacer múltiples consultas sobre temas muy variados.  Me acuerdo de aquel anuncio de la Guía CAMPSA en el que salía Camilo José Cela.

    -¿Más gachas Don Camilo?

    -Si insiste.

 7.Un álbum de fotos y unos carretes: Salvo con la Polaroid instantánea,hasta el revelado completo obligatorio no sabías como habían quedado las fotos. Debías de seleccionar muy bien la foto a sacar, no se podían derrochar en cualquier cosa. Sólo a los japoneses les estaba permitido eso. El álbum para guardarlas también era imprescindible.

 8.Un/a buen/a colega o un sitio de confianza que te pasase copias pirata en cinta de música, películas o juegos. También las podías copiar tú en un radiocasete de doble pletina.Era conveniente tener alguna cinta cassette de cromoly para las grabaciones más importantes, algo así como el Hightway to Hell de AC/DC .Con ellas sonaba algo mejor. Para el resto estaban las baratas de ferro, como la mítica TDK Ferro de 90.La mayoría de la gente, sin embargo, grababa las películas directamente de la tele. Aunque los había, eran extraños los vídeos VHS o BETA de doble pletina.

 

 

9. Estanterías: Lógicamente tenías que guardar todas esas cintas y grabaciones. Los discos duros o Mp6 no estaban desarrollados.

10.Revistas y películas porno: Se solía ir al videoclub, al quiosco, al sex-shop o a algún rastro a comprarlas. También se veían aquellas películas que emitía la RTL o Canal+ codificadas. Había gente que incluso las veía así, codificadas. A través de las rayitas del codificado afirmaban disfrutarlas igual.

Revistas como la LIB, el Penthouse, el Play Boy o el Interviu eran muy leídas.

11. Los fanzines en papel: Con la proliferación de los blogs y las páginas web prácticamente han desaparecido. Podían hacerse con más o menos medios. Los fanzines más artesanales se escribían primero a máquina clásica y se dibujaban directamente en el papel. Luego se recortaba con unas tijeras según el tamaño deseado. Los recortes se iban pegando en folios en blanco siguiendo el orden correcto. Una vez hecha “la matriz” ya se podían sacar todas las copias en la fotocopiadora y distribuirlo.

12. Máquinas recreativas y Salas de juegos: No había bar donde no hubiese una y las salas de juegos eran un sitio frecuente de reunión. Las consolas de videojuegos no estaban tan extendidas ni eran tan buenas. Me acuerdo de títulos míticos como Space Invaders, Out Run, Kung Fu Master, Operación Wolf, Tetris,  Street Fighter II…

13. La calle: En general se hacía más vida en la calle. La gente dice que antes se quedaba más para charlar y para hacer deporte. El modo común de ligar era acudiendo a las discotecas o a los bares no a través del chat. Para comprar, realizar trámites, sacar entradas… había que salir obligatoriamente a las tiendas y oficinas del barrio o ciudad. Hoy se puede comprar directamente sin salir de casa. Algo frecuente, cuando todavía no había móviles, eran los plantones en la calle o en un bar esperando a alguien. No había forma de avisar si surgía algo inesperado o había cambio de planes y la espera se hacía interminable.

En definitiva, esta revolución tecnológica trae muchísimas ventajas. Internet supone una enorme democratización de la información, el conocimiento y la comunicación pero también tiene su parte negativa. El uso excesivo de Internet ocasiona una reducción de la vida real frente a la virtual y puede afectar a nuestras relaciones sociales de carne, hueso y aire. El cerebro humano es muy moldeable y también se ve afectado. Aunque podemos desarrollar la capacidad visual y de síntesis nuestra capacidad de atención y de lectura profunda puede verse mermada. En la moderación está la clave.

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1992 AMIGOS PARA SIEMPRE

A Eva

1992 el verano del amor,

los besos tenían otro sabor.

Te metía mano bajo la falda

en una esquina del parque,

jugueteaba con la braga y tu chichi.

Me hacías inolvidables pajas

pero no te gustaba que me corriese en tu mano.

1992 ¡Qué verano! 17 añitos.

Indurain ganaba el segundo Tour.

Aquella etapa de los Alpes en la que Chiapucci

atacó a más de 200Km de meta

y llegó escapado a la cima de Sestriere

poniendo a Indurain contra las cuerdas

quedó grabada en mi alma,

al igual que tus besos,

tus cálidos besos veraniegos.

1992 ¡Oh, la olimpiada del amor!

Veíamos por la primera cadena

como el “Dream Team” yanqui

de Michael Jordan, “Magic” Jhonson,

Larry  Bird, “el gordo” Barkley…

machacaba a la España de Epi,

Villacampa y Chechu Biriukov.

Charlando del partido

con tus padres en una terraza

yo estaba muy cortado.

(n.d.l.a.: Para refrescar estos datos,

como se hacía antes,

cogí una revista de “Bicisport” que tenía

y me fui a la biblioteca

a consultar la hemeroteca.

No busqué ni el Google ni en la Wikipedia).

1992 se fue

y el amor con sus besos.

Hoy solo queda el recuerdo,

una foto Polaroid

y unas cartas manchadas

con aquella canción de “Los Manolos”

Amigos para siempre, means you'll always be my friend.
Amics per sempre, means a love that cannot end.
Friends for live, not just a summer or a spring.
Amigos para siempre.

DAVID DUÁREZ 'SUARÓN'

Selección y chandríos con las fotos: Borraska

BLOG DEL AUTOR: Las telas de araña de mi trastero